Un nuevo estudio desde Brasil encendió las alarmas sobre el consumo de refrescos de dieta y su impacto en la salud del cerebro. Según los investigadores, beber tan solo una soda dietética al día podría acelerar el deterioro de la memoria debido a los endulzantes artificiales que contienen, como el aspartame y la sacarina.
El hallazgo es preocupante: los científicos señalan que el consumo diario de estas bebidas está asociado con un envejecimiento cerebral equivalente a un año y medio. Pero las preocupaciones no terminan ahí. Otro estudio apuntó al popular endulzante sucralosa, vinculándolo con un aumento del apetito.
Durante los experimentos, los participantes recibieron agua, agua con azúcar y agua con sucralosa. Los resultados, medidos a través de escaneos cerebrales y evaluaciones de hambre, mostraron que quienes consumieron sucralosa sintieron más apetito que los demás.
Estos hallazgos ponen en la mesa un debate necesario sobre el consumo de endulzantes artificiales y sus posibles efectos a largo plazo en la memoria y el control del apetito. Los expertos recomiendan a los consumidores ser más conscientes de sus hábitos y considerar alternativas más naturales.