El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó oficialmente la “Ley Pam Rock”, una nueva legislación diseñada para reforzar la supervisión y responsabilidad de los dueños de perros peligrosos en el estado. Esta medida fue impulsada como respuesta a trágicos ataques caninos, incluyendo el caso de Michael Millett, un niño de 8 años que perdió la vida en enero tras ser atacado por dos perros en su vecindario de Volusia County.
La nueva ley establece que todo perro investigado por un ataque grave, ya sea por haber matado a una persona o causado heridas severas (evaluadas con una puntuación de 5 o más en la escala de mordidas de Dunbar), deberá ser confiscado e internado de inmediato por las autoridades de control animal.
Además, los propietarios de perros clasificados como peligrosos estarán obligados a:
- Implantar un microchip en el animal.
- Adquirir una póliza de seguro de responsabilidad civil de al menos $100,000.
- Recibir notificación oficial de la clasificación del perro mediante correo certificado o entrega notarial.
La ley también contempla que, si un perro ha matado o herido gravemente a una persona y es entregado voluntariamente a las autoridades, podrá ser sacrificado de forma humanitaria. Asimismo, se establece como delito grave de tercer grado la remoción del microchip implantado.
La legislación lleva el nombre de Pam Rock, una cartera del servicio postal que fue asesinada por una jauría de perros en el condado de Putnam en agosto de 2022. Su caso y el de otros como el de Michael Millett han servido como catalizadores para exigir mayor regulación y justicia para las víctimas de ataques de animales.
Los familiares de Michael estuvieron presentes durante la firma de la ley en Tallahassee y calificaron la medida como un paso importante hacia la protección de la comunidad y la prevención de nuevas tragedias.